Aunque esta publicación está enfocada principalmente a la parte de marketing y promoción de las aplicaciones móviles (y creemos que es algo básico, ya que si el producto no se da a conocer, no puede triunfar), es cierto que no es lo único que hace falta para que nuestro proyecto funcione. Sin una buena base, todo lo que construyamos encima acabará colapsando, y por eso es tan importante plantar unos cimientos sólidos que soporten el esfuerzo posterior de promoción sin permitir que este sea desaprovechado.
Si hemos hecho los deberes correctamente, al plantear nuestro proyecto de aplicación móvil, tendremos una visión clara de lo que queremos ofrecer a los usuarios, de su funcionalidad, branding, diseño estético y las vías de desarrollo futuras en caso de que funcione bien. Pero en ese punto llega un momento importante que puede marcar el éxito o el fracaso del proyecto: el desarrollo técnico de la aplicación. En este punto se abren dos vías: por una parte, podemos desarrollar nosotros mismos nuestro producto si contamos con un equipo para ello. Si no es el caso, deberemos encargarlo a una empresa de desarrollo de software.
En el caso de encargarlo a una empresa, recomendamos que sea a una formada por desarrolladores especialistas en aplicaciones móviles, ya que la calidad del resultado será mayor y esto es algo básico en cualquier proyecto. A la hora de buscar este tipo de empresas, es importante conocer en qué otros proyectos han estado involucrados y, si es posible, conocer a los miembros del equipo y su experiencia y manera de trabajar. La mayor parte de las veces no será un problema, ya que los buenos equipos y profesionales no tienen problema en demostrar esa clase de credenciales. Es una señal importante a la hora de determinar la calidad y profesionalidad de los mismos.
Por último, tener muy en cuenta el presupuesto disponible y las plataformas en las que se desea ofrecer inicialmente la aplicación teniendo muy en cuenta el público objetivo de la misma. Por más similitudes que pueda haber, el mercado de Android no es idéntico al de iOS. Y respecto a la funcionalidad a implementar, es mejor optar por un producto mínimo viable e ir aportando más funcionalidad a partir del feedback obtenido de los usuarios.
Si hemos hecho los deberes correctamente, al plantear nuestro proyecto de aplicación móvil, tendremos una visión clara de lo que queremos ofrecer a los usuarios, de su funcionalidad, branding, diseño estético y las vías de desarrollo futuras en caso de que funcione bien. Pero en ese punto llega un momento importante que puede marcar el éxito o el fracaso del proyecto: el desarrollo técnico de la aplicación. En este punto se abren dos vías: por una parte, podemos desarrollar nosotros mismos nuestro producto si contamos con un equipo para ello. Si no es el caso, deberemos encargarlo a una empresa de desarrollo de software.
En el caso de encargarlo a una empresa, recomendamos que sea a una formada por desarrolladores especialistas en aplicaciones móviles, ya que la calidad del resultado será mayor y esto es algo básico en cualquier proyecto. A la hora de buscar este tipo de empresas, es importante conocer en qué otros proyectos han estado involucrados y, si es posible, conocer a los miembros del equipo y su experiencia y manera de trabajar. La mayor parte de las veces no será un problema, ya que los buenos equipos y profesionales no tienen problema en demostrar esa clase de credenciales. Es una señal importante a la hora de determinar la calidad y profesionalidad de los mismos.
Por último, tener muy en cuenta el presupuesto disponible y las plataformas en las que se desea ofrecer inicialmente la aplicación teniendo muy en cuenta el público objetivo de la misma. Por más similitudes que pueda haber, el mercado de Android no es idéntico al de iOS. Y respecto a la funcionalidad a implementar, es mejor optar por un producto mínimo viable e ir aportando más funcionalidad a partir del feedback obtenido de los usuarios.